JOSÉ ANTONIO HERRERA MÁRQUEZ
RESUMEN DE “FILOSOFÍA DE LA CIENCIA NATURAL”
DE CARL G. HEMPEL.
1.-
ALCANCE Y PROPÓSITO DE ESTE LIBRO.
Podemos
dividir la investigación científica en dos grupos: las ciencias empíricas y las
ciencias no empíricas. Las ciencias empíricas quieren explorar, describir,
explicar y predecir los fenómenos del mundo. Por ello sus enunciados necesitan
una base empírica. Las proposiciones de las ciencias no empíricas son
demostrables sin necesidad de referirse a datos empíricos.
Las ciencias
empíricas las podemos dividir en naturales (física, química, biología, y sus
zonas limítrofes), y sociales (sociología, política, antropología, economía,
historiografía, y las disciplinas relacionadas con ellas). A la psicología se
la incluye a veces en un campo y a veces en otro, y con frecuencia se dice que
se superpone a ambos.
En las
ciencias empíricas actuales hay una retroalimentación: las ciencias empíricas
sientan las bases para que surjan, asociadas a ellas, tecnologías, que al
aplicar los datos obtenidos de la ciencia, proporcionan nuevos datos, nuevos
problemas y nuevos instrumentos de trabajo.
Aparte de ayudar al hombre en su esfuerzo por
controlar su medio, la ciencia responde a otra exigencia, desinteresada, pero
no menos profunda y persistente: su deseo de adquirir un conocimiento cada vez
más amplio y una comprensión cada vez más profunda del mundo en que vive.
2.- LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA: INVENCIÓN Y
CONTRASTACIÓN.
2.2.- Etapas fundamentales en la
contrastación de una hipótesis.
Una hipótesis que está en conflicto con
hechos fácilmente observables ha de ser rechazada como falsa. Esta es la
contrastación más sencilla, aunque la contrastación no suele ser tan simple y
directa. La contrastación consiste en que si H (hipótesis) es verdadera,
entonces también lo es I (enunciado que describe los hechos observables que se
espera que se produzcan). Aquí decimos que I es una implicación contrastadora
de la hipótesis H.
Si el resultado de una contrastación es
favorable, no podemos decir que haya quedado probada la hipótesis, sólo que la
hipótesis ha sido confirmada en lo que concierne a esa implicación
contrastadora concreta. Los resultados positivos le dan apoyo a la hipótesis,
le dan una confirmación parcial.
2.3.- El papel de la inducción en la
investigación científica.
Las argumentaciones deductivas van de lo
general a lo particular. Por el contrario, las inferencias inductivas van de lo
particular a lo general. Van de casos particulares y llevan a una conclusión de
carácter de principio general o ley (pero claro, en el caso de la inducción, al
contrario que en el caso de la deducción, la verdad de las premisas no
garantiza la verdad de la conclusión; las premisas, en la inducción, sólo
implican la conclusión en mayor o menor grado de probabilidad). Para ilustrar
esta idea podemos exponer la descripción idealizada del proceder de un
científico, en la que se distinguen cuatro estadios: 1. observación y registro
de todos los hechos; 2. análisis y clasificación de éstos; 3. derivación
inductiva de generalizaciones a partir de ellos; y 4. contrastación ulterior de
las generalizaciones.
Pero esta concepción (la concepción
inductivista estrecha de la investigación científica) es insostenible. Para
poder reunir todos los hechos tendríamos que esperar hasta el fin del mundo, ni
siquiera podemos reunir todos los hechos dados hasta ahora porque son infinitos
en número y variedad. Podríamos retocar esta primera fase y decir que sólo
debemos reunir los hechos relevantes a un problema específico. La relevancia de
los datos viene dada por la respuesta que se quiere dar y no por el problema
que se plantea. Por tanto los hechos solo se pueden cualificar como relevantes
por referencia a una hipótesis dada. Las hipótesis, por tanto, son necesarias
para servir de guía a la investigación científica, pues, en cuanto que intentos
de respuesta, determinan el tipo de datos que se han de reunir.
La inducción se concibe a veces como un
método que, por medio de reglas aplicables mecánicamente, nos conduce desde los
hechos observados a los correspondientes principios generales. Pero no hay
reglas por medio de las cuales se puedan derivar hipótesis o teorías, sino que
las hipótesis y teorías científicas se inventan para dar cuenta de los hechos
observados (no se derivan de ellos).
En la ciencia, las hipótesis y teorías pueden
ser libremente inventadas, pero sólo son aceptadas si resisten la revisión
crítica, la comprobación de las apropiadas implicaciones contrastadoras. Al
conocimiento científico se llega inventando hipótesis y sometiéndolas a la
contrastación empírica.
3.- LA CONTRASTACIÓN DE UNA HIPÓTESIS: SU
LÓGICA Y SU FUERZA.
3.1.- Contrastaciones experimentales versus
contrastaciones no experimentales.
Normalmente, las implicaciones contrastadoras
son de carácter condicional. Son entonces implicaciones en un doble sentido:
son implicaciones de las hipótesis de las que se derivan, y tienen la forma de
enunciados compuestos con <<si……entonces>>, que en lógica se llaman
condicionales o implicaciones materiales.
En los casos en que aun no se ha propuesto
una hipótesis, el científico puede partir de una conjetura aproximativa e
intentar llegar a una hipótesis más definida por medio de la experimentación.
En este tipo de casos, hay que mantener constantes todos los factores relevantes,
excepto uno. Aunque en realidad estos factores son sólo los factores que se
presuponen relevantes, queda la posibilidad de que se hayan pasado por alto
factores relevantes.
3.2.- El papel de las hipótesis auxiliares.
En la contrastación de las hipótesis
científicas, hay que confiar en las hipótesis auxiliares.
3.3.- Contrastaciones cruciales.
Los experimentos cruciales, estrictamente
interpretados, son imposibles en la ciencia. Pero un experimento puede ser
crucial en un sentido menos estricto: puede mostrar que una entre dos teorías
es inadecuada en aspectos importantes, y puede proporcionar un fuerte apoyo a
la teoría rival. Además puede influir sobre el camino que se tome en la
subsiguiente labor teórica y experimental.
3.4- Las hipótesis <<ad hoc>>.
Una hipótesis ad hoc es una hipótesis que ha sido introducida con el único
propósito de salvar una hipótesis que está amenazada por un testimonio adverso;
no viene exigida por datos, y no conduce a otras implicaciones contrastadoras.
3.5.- Contrastabilidad-en-principio y alcance
empírico.
Una hipótesis para ser científica tiene que
tener alcance empírico, es decir, tiene que tener conexión con fenómenos
empíricos, tiene que poderse concebir algún dato empírico que pueda estar de
acuerdo o ser incompatible con dicha hipótesis. Debe ser contrastable al menos
en principio. Necesita de implicaciones contrastadoras. Normalmente, una
hipótesis científica sólo da lugar a implicaciones contrastadoras cuando se
combina con supuestos auxiliares apropiados. Al dictaminar si una hipótesis
propuesta tiene alcance empírico, debemos, por tanto, preguntarnos qué
hipótesis auxiliares están implícitas o tácitamente presupuestas en ese
contexto, y si, en conjunción con éstas, la hipótesis dada conduce a
implicaciones contrastadoras distintas de las que se pueden derivar de las
hipótesis auxiliares solas.
4.- CRITERIOS DE CONFIRMACIÓN Y
ACEPTABILIDAD.
El resultado favorable de una contrastación
sólo puede proporcionar un más o menos fuerte apoyo empírico, una mayor o menor
confirmación. Un factor importante cuando estimamos la credibilidad científica
de una hipótesis es la amplitud y la índole de los datos relevantes, y la
resultante fuerza de apoyo que ello da a la hipótesis. Pero debemos tener en
cuenta también otros factores.
4.1.- Cantidad, variedad y precisión del
apoyo empírico.
La confirmación de una hipótesis aumenta con
el número de resultados favorables. Pero a medida que aumenta el número de
casos favorables, el incremento en la confirmación representado por un nuevo
caso favorable será cada vez menor. Pero si el nuevo dato es el resultado de un
tipo diferente de contrastación que los
datos anteriores, entonces la confirmación de la hipótesis crecerá mucho,
porque la confirmación depende de la cantidad de datos favorables y también de
su variedad. Otro factor importante es la precisión: a veces se puede hacer que
una contrastación sea más estricta, y su resultado más importante,
incrementando la precisión de los procedimientos de observación.
4.2.- La confirmación mediante nuevas
implicaciones contrastadoras.
Cuando construimos una hipótesis, hacemos que
implique ciertos fenómenos observados, de tal modo que el hecho que trata de
explicar constituirá un testimonio confirmatorio de la misma. Además, la confirmación se ve
bastante fortalecida si es confirmada por testimonios nuevos, que antes no eran
tomados como relevantes o que antes no se conocían. Esto da mucho más peso a
las hipótesis.
4.3.- El apoyo teórico.
El apoyo puede venir de hipótesis y teorías
más amplias que implican la hipótesis dada y tienen un apoyo empírico
independiente. No es fácil llegar a buenas teorías. Una buena teoría, una
teoría de gran escala con éxitos en muchos campos, sólo será abandonada cuando
se disponga de una teoría alternativa más satisfactoria.
4.4.- La simplicidad.
Cuando hay varias hipótesis alternativas, un
factor que influye en la aceptabilidad de una de ellas es su simplicidad en
comparación con las otras hipótesis que tratan de explicar los mismos
fenómenos. Si no difieren en aspectos relevantes a su confirmación, la más
simple será la más aceptable.
Según Popper: “Si nuestro objetivo es el
conocimiento, debemos estimar más los enunciados simples que los que lo son
menos, porque aquéllos nos dicen más; porque su contenido empírico es mayor, y
porque se pueden contrastar mejor.”
5.- LAS LEYES Y SU PAPEL EN LA EXPLICACIÓN
CIENTÍFICA.
5.1.- Dos requisitos básicos de las
explicaciones científicas.
Las explicaciones científicas deben cumplir
dos requisitos sistemáticos: el requisito de relevancia explicativa y el
requisito de contrastabilidad. El primero consiste en que la información
explicativa aducida proporcione una buena base para creer que el fenómeno que
se trata de explicar tuvo o tiene lugar. Este primer requisito es una condición
necesaria, pero no suficiente, para una explicación adecuada.
El segundo requisito, el de contrastabilidad,
exige que los enunciados que constituyen una explicación científica sean
susceptibles de contrastación empírica.
Una explicación propuesta que cumpla el
requisito de relevancia cumple también el requisito de contrastabilidad (pero
la inversa es claro que no se da).
5.2.- La explicación nomológico-deductiva.
El fenómeno del que la explicación tiene que
dar cuenta lo denominaremos de ahora en adelante fenómeno explanandum; al enunciado que lo describe, enunciado explanandum. Cuando por el contexto se
puede discernir a cuál de ellos nos referimos, denominaremos a cualquiera de
ellos simplemente con el nombre explanandum.
A los enunciados que especifican la información explicativa los denominaremos
enunciados explanantes; todos ellos
formarán el explanans.
A las explicaciones de este tipo (de los
enunciados explanantes sacan el enunciado explanandum)
se les llamará explicaciones por subsunción deductiva bajo leyes generales, o
explicaciones nomológico-deductivas. A las leyes invocadas en una explicación
científica se les llamará también leyes abarcadoras del fenómeno explanandum, y se dirá que la
argumentación explicativa subsume al explanandum
bajo estas leyes.
Este tipo de explicaciones
nomológico-deductivas satisfacen el requisito de relevancia explicativa en el
sentido más fuerte: la información explicativa implica deductivamente al
enunciado explanandum y ofrece una
base lógica para esperar que se produzca el fenómeno explanandum. Y cumple también el segundo requisito porque el explanans implica que bajo las
condiciones especificadas se producirá el fenómeno explanandum.
5.3.- Leyes universales y generalizaciones
accidentales.
Las leyes juegan un papel esencial en las
explicaciones nomológico-deductivas. Proporcionan el eslabón por razón del cual
circunstancias particulares pueden servir para explicar el hecho de que se
produzca un evento dado. Para las explicaciones nomológico-deductivas se requieren
enunciados de forma universal.
Un enunciado solo será considerado como ley
si, al afirmar la existencia de una conexión uniforme, hay razones para suponer
que es verdadero. Pero si se observara estrictamente este requisito, la ley de
Galileo o la de Kepler no serían consideradas como leyes, porque de acuerdo con
los conocimientos físicos, sólo se cumplen de manera aproximada. Usaremos la
palabra <ley> aplicándola a enunciados de los que se sabe, sobre una base
teórica, que sólo se cumplen de una manera aproximada y con ciertas
cualificaciones.
Un enunciado de forma universal puede
considerarse como ley incluso aunque no se cumpla en ningún caso. El que un
enunciado universal sea visto como ley dependerá en parte de las teorías
científicas aceptadas en la época. Las <generalizaciones empíricas> son
enunciados universales que están bien confirmados empíricamente, pero que no
tienen una base en la teoría. Estas generalizaciones empíricas pueden ser
aceptadas como leyes.
La relevancia de la teoría es más bien de
este tipo: un enunciado de forma universal, ya esté empíricamente confirmado o
no haya sido contrastado todavía, se considerará como una ley si está implicado
por una teoría aceptada; pero incluso si estuviera empíricamente bien
confirmado y fuera posiblemente verdadero de hecho, no se consideraría como una
ley si no admitiera ciertos acontecimientos hipotéticos que una teoría aceptada
califica como posibles.
5.4.- Explicaciones probabilísticas: nociones
fundamentales.
Algunas explicaciones científicas se basan en
leyes probabilísticas, en vez de en leyes estrictamente universales. Aquí, es
posible que los enunciados explanantes sean verdaderos y el enunciado
explanandum falso. En las leyes probabilísticas, los enunciados explanantes no
implican deductivamente el enunciado explanandum. El explanans implica al
explanandum, no con certeza deductiva, sino sólo con un alto grado de
probabilidad.
6.- LAS TEORÍAS Y LA EXPLICACIÓN TEÓRICA.
6.1.- Características generales de las
teorías.
Cuando un estudio de una clase de fenómenos
ha revelado un sistema de uniformidades que se pueden expresar en forma de
leyes empíricas, es cuando se introducen las teorías. La teoría explica estas
uniformidades empíricas, y normalmente predica también nuevas regularidades de
tipo similar.
Los supuestos adoptados por una teoría
científica acerca de procesos subyacentes deben ser lo suficientemente
definidos como para permitir la derivación de implicaciones específicas
concernientes a los fenómenos que la teoría trata de explicar.
6.2.- Principios internos y principios
puente.
En una teoría hay dos tipos de principios:
principios internos y principios puente. Los segundos indicarán cómo se
relacionan los procesos considerados por la teoría con fenómenos empíricos con
los que ya estamos familiarizados, y que la teoría puede entonces explicar,
predecir o retrodecir.
Las implicaciones que permiten una
contrastación de los principios teóricos de una teoría tienen que expresarse en
términos de cosas y sucesos con los que ya estamos familiarizados desde antes y
que ya sabemos cómo observar, medir y describir. Las implicaciones
contrastadoras deben formularse en términos que estén con anterioridad a la
teoría y que se puedan utilizar con independencia de ella, y estos son los
principios puente. Sin principios puente, los principios internos de una teoría
no llevarían a implicaciones contrastadoras, y quedaría violado el requisito de
contrastabilidad.
6.3.- La comprensión teórica.
Una teoría que cumpla con los requisitos de
contrastabilidad en principio y de alcance explicativo, puede carecer de
interés científico.
Una teoría hace más profunda y amplia nuestra
comprensión de los fenómenos, mostrando que las leyes empíricas no son
estrictas, sino que se cumplen de manera aproximada y dentro de un cierto
ámbito de aplicación. Además, una buena teoría ampliará nuestro conocimiento y
comprensión prediciendo y explicando fenómenos que no se conocían cuando la
teoría fue formulada.
6.4.- El <<status>> de las entidades teóricas.
Algunos científicos consideran que las
estructuras, fuerzas y procesos subyacentes aceptados por teorías bien
establecidas son los únicos componentes efectivos del mundo. Esta será la
opinión expresada por Eddington, por ejemplo.
Por el contrario, algunos otros científicos y
filósofos de la ciencia niegan la existencia de entidades teóricas o consideran
los supuestos teóricos relativos a ellas como ficciones ingeniosamente
tramadas, que proporcionan una explicación descriptiva y predictiva formalmente
simple y adecuada de cosas y eventos observables.
6.5.- Explicación y reducción a lo familiar.
Se dice que la explicación científica lleva a
cabo una reducción a lo familiar, que reduce un fenómeno poco familiar a hechos
y principios más familiares. Sin embargo, esta afirmación no resiste un examen
atento. La investigación científica no pretende crear la impresión de
familiaridad con los fenómenos de la naturaleza, sino que persigue un tipo
objetivo de penetración en los fenómenos que se alcanza mediante una
unificación sistemática, mediante la mostración de los fenómenos como
manifestaciones de estructuras y procesos subyacentes comunes que se ajustan a
principios básicos específicos y contrastables.
7.- FORMACIÓN DE LOS CONCEPTOS.
7.1.- La definición.
Hay que distinguir entre conceptos y
términos. Formamos un nombre o designación de un término colocándolo entre
comillas. Según esto, hablamos de los términos <<masa>>,
<<fuerza>>, etc.
Las definiciones se dan con uno de estos dos
propósitos: 1. para enunciar o describir el significado o significados
aceptados de un término ya en uso; 2. para asignar un significado especial a un
término dado, que puede ser una expresión verbal o simbólica acuñada por
primera vez o un término <<viejo>> que se ha de usar en un sentido
técnico específico.
Las definiciones que sirven al primer
objetivo se llamarán descriptivas; las que sirven al segundo, estipulativas.
Por ______________ entendemos lo mismo que
por ________________
definiendum
definiens
No todo término de un sistema científico se
puede definir por medio de otros términos del sistema: tendrá que haber un
conjunto de términos primitivos, de los que no se da ninguna definición dentro
del sistema, y que sirven como base para definir todos los demás términos. Es
claro que con esto se cuenta en la formulación axiomática de técnicas
matemáticas.
7.2.- Definiciones operacionales.
El operacionalismo establece que el
significado de los términos debe ser especificable a través de una operación
definida de contrastación que proporcione un criterio para su aplicación. Esos
criterios reciben el nombre de definiciones operacionales.
7.3.- Alcance empírico y sistemático de los
conceptos científicos.
El operacionalismo sostiene que la definición
operacional de un término determina total y exclusivamente el significado de
dicho término. Bridgman dice: <<En general, un concepto cualquiera no
significa otra cosa que un conjunto de operaciones; el concepto es sinónimo del
correspondiente conjunto de operaciones>>. Esto llevaría a que un término
científico sólo tendría significado dentro del ámbito de las situaciones
empíricas en que se pueda ejecutar el procedimiento operacional que lo
define.
7.4.- Sobre cuestiones
<<operacionalmente carentes de sentido>>.
No se puede rechazar como desprovista de
contenido empírico o carente de sentido científicamente a una hipótesis que,
tomada aisladamente, no ofrezca posibilidad de contrastación operacional.
7.5.- La naturaleza de las oraciones
interpretativas.
Hemos de rechazar esta noción de que un
concepto científico es sinónimo de un conjunto de operaciones. En primer lugar,
porque puede haber varios criterios alternativos de aplicación de un término, y
éstos estarían basados en diferentes conjuntos de operaciones. Además, para
entender bien el significado de un término científico, tenemos que conocer
también su papel sistemático, que viene indicado por los principios teóricos en
los que funciona. Y, en tercer lugar, cualquier conjunto de operaciones contrastadoras
proporciona criterios de aplicación de un término sólo dentro de un ámbito
limitado de condiciones, por tanto, un término científico no se puede
considerar sinónimo de un conjunto de operaciones.
Los enunciados que especifican por completo
el significado de un determinado contexto en el que aparece un término dado se
llaman definiciones contextuales, para distinguirlas de las definiciones
explícitas. Las oraciones interpretativas de una teoría científica proporcionan
normalmente interpretaciones contextuales de los términos teóricos.
Los diversos modos como se pueden contrastar
las oraciones que contienen los términos de una teoría científica estarán
determinados por los principios puente de la teoría. Estos principios conectan
las entidades y procesos característicos que la teoría admite con fenómenos que
se pueden describir en términos preteóricos; y, por tanto, conectan los
términos teóricos con términos que ya estaban antes.
8.- LA REDUCCIÓN TEÓRICA.
8.1.- La cuestión mecanicismo-vitalismo.
Los mecanicistas sostienen que los organismos
vivos no son otra cosa que sistemas físico-químicos muy complejos; mientras que
los neovitalistas sostienen que los sistemas y procesos biológicos difieren
mucho, incluso en aspectos fundamentales, de los sistemas puramente
físico-químicos. Estas concepciones contrapuestas han sido el tema de un amplio
y acalorado debate.
Nuestras observaciones introductorias
sugieren que podríamos interpretar la doctrina del mecanicismo como si ésta
hiciera la doble afirmación siguiente: (M₁) todas las características de los
organismos vivos son características físico-químicas, y pueden ser descritas
completamente en términos de los conceptos de la física y de la química; (M₂)
todos los aspectos de la conducta de los organismos vivos que se pueden
explicar, se pueden explicar por medio de leyes y teorías físico-químicas.
En lo que se refiere a la primera de estas
aserciones, está claro que, al menos por el momento, la descripción de los
fenómenos biológicos requiere el uso no sólo de términos físicos y químicos,
sino de términos específicamente biológicos que no figuran en el vocabulario
físico-químico.
De modo similar, si todos los fenómenos
biológicos han de ser explicables por medio de principios físico-químicos,
entonces todas las leyes de la biología tendrán que ser derivables de las leyes
y principios teóricos de la física y de la química. La tesis –llamémosla M₂’-
de que éste es el caso se puede considerar como una versión más específica de
M₂.
Los enunciados M₁’ y M₂’ expresan, tomados
conjuntamente, lo que se llama a veces la tesis de la reductibilidad de la
biología a la física y a la química. Se puede entonces decir que el mecanicismo
sostiene la reductibilidad de la biología a la física y a la química. El
neovitalismo afirma, entonces, la autonomía de la biología, suplementando esta
afirmación con su doctrina de las fuerzas vitales.
8.2.- La reducción de términos.
La tesis M₁’ da por establecido que los
términos de la biología tienen significados técnicos definidos, pero sostiene
que, en un sentido que debemos intentar aclarar, su alcance se puede expresar
adecuadamente con la ayuda de conceptos físicos y químicos. La tesis, entonces,
afirma la posibilidad de dar definiciones descriptivas de los conceptos
biológicos en términos físico-químicos.
La definición descriptiva se puede entender
también en un sentido menos astringente, que no requiere que el definiens tenga el mismo significado, o
intensión, que el definiendum, sino
sólo que tenga la misma extensión o aplicación. El definiens en este caso especifica condiciones que, de hecho, son
satisfechas por todos y sólo aquéllos casos a los que se aplica el definiendum. No afirma que tenga el
mismo significado, sino sólo que tiene la misma extensión. A los enunciados de
este tipo se les puede denominar definiciones extensionales. Se pueden expresar
en la forma:
_________ tiene la misma extensión
que______________
Las definiciones que un mecanicista puede
señalar como ilustración y apoyo de su aserto relativo a los conceptos biológicos
son de este tipo extensional: expresan las condiciones físico-químicas
necesarias y suficientes para la aplicabilidad de los términos biológicos, y
son, por tanto, el resultado de una investigación biofísica o bioquímica a
menudo de gran dificultad.
En alguna medida, sin embargo, el
establecimiento de esas definiciones requiere la investigación empírica.
Debemos concluir, por tanto, que, en general, la cuestión de si un término
biológico es definible por medio de términos físicos y químicos solamente no se
puede resolver limitándose a contemplar su significado, ni tampoco por
cualquier otro procedimiento no empírico. Por tanto, la tesis M₁’ no puede ser
establecida ni refutada a priori, es
decir, mediante consideraciones que se puedan desarrollar antes de los
testimonios empíricos.
8.3.- La reducción de leyes.
Según M₂’, las leyes y principios teóricos de
la biología son derivables de los de la física y la química. Para obtener esas
leyes necesitamos algunas premisas adicionales que expresen conexiones entre
características físico-químicas y características biológicas. Las premisas
adicionales requeridas para la deducción de leyes biológicas a partir de layes
físico-químicas tendrían que contener tanto términos biológicos como términos
físico-químicos, y tendrían el carácter de leyes que establecen conexiones
entre ciertos aspectos físico-químicos de un fenómeno y ciertos aspectos
biológicos del mismo.
La medida en que las leyes biológicas son
aplicables por medio de leyes físico-químicas depende de la medida en que
puedan establecerse leyes conectivas apropiadas, y esto tampoco se puede
decidir por medio de argumentaciones a
priori; la respuesta sólo puede encontrarse en la investigación biológica y
biofísica.
8.4.- Reformulación del mecanicismo.
Se podría interpretar el mecanicismo como la
concepción según la cual la biología, en el curso del desarrollo de la
investigación científica, vendrá a quedar reducida a la física y a la química.
8.5.-
La reducción de la psicología; el conductismo.
Una concepción reduccionista de la psicología
sostiene que todos los fenómenos psicológicos tienen básicamente un carácter
biológico o físico-químico, o, dicho con más precisión, que los términos y
leyes específicas de la psicología se pueden reducir a los de la biología, la
química y la física.
Contamos ya con algunos principios
conectivos, que expresan condiciones suficientes o necesarias de ciertos
estados psicológicos.
El conductismo es una escuela de pensamiento
influyente en psicología, que tiene una orientación básicamente reduccionista:
intenta reducir el discurso acerca de fenómenos psicológicos al discurso acerca
de fenómenos de conducta.
PD.: Si te ha gustado esta entrada, no dudes en seguirme a través de Instagram (@reinos_de_mi_imaginación), Facebook (https://www.facebook.com/ReinosdemiImaginacion), blogger o twitter (@joseherrera301). Y no dudes en comentar y/o compartir la entrada!!
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hola! muy buen resumen felicitaciones
ResponderEliminarmuchas gracias!! Si te gustó, sigue mi blog!
ResponderEliminarGracias por el resumen!
ResponderEliminarGracias a ti por el comentario!!!
EliminarExcelente resumen!!... me has ayudado bastante... gracias mil!
ResponderEliminarMe alegro que te sirva de ayuda!!
EliminarTomaste la esencia del libro
ResponderEliminarBuen resumen. Felicidades
Gracias
EliminarMe sirve !! muchas gracias
ResponderEliminarabrazo
Muy bueno! Me sirvió mucho
ResponderEliminarMe alegro de que te sirva!
Eliminarque genio!!!!!!!!!! graciass
ResponderEliminarMe alegro de que te sirva!
Eliminarholaa necesito hacer un tp un relato sintetico del caso,enumerar las distintas hipotesis que surgen en las investigaciones, como realizar la contrastacion de hipotesis?, cual es la conclusion, como llega a ese resultado??
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