Acabo de terminar de ver la octava y última temporada de Psych, y he de decir que me da mucha pena que acabe. Esta serie me ha acompañado durante ocho años, y le tengo un especial cariño. Una serie de policias, pero con un tono de humor fantástico. Todos los episodios son divertidos, aunque he de decir que en la séptima temporada flojea un poco, pero lo soluciona en la última temporada, donde vuelve al nivel de las demás.
La serie nos cuenta la historia de Shawn Spencer y su amigo Burton Guster. Son amigos inseparables desde la infancia, pero totalmente distintos. Burton Guster es un chico responsable, con su trabajo en una farmacéutica famosa. Shawn Spencer es un bala perdida, que no sabe lo que quiere hacer con su vida porque es un inconstante y no se toma nada en serio. Un día, Shawn, a quién su padre (inspector de policía) ha entrenado desde pequeño para convertirse en un gran policía, decide hacerse pasar por vidente y ayudar a la policía a resolver casos. Consigue arrastrar a esta locura a su amigo de la infancia, y juntos vivirán muchas aventuras, resolviendo innumerables casos policiales, mientras lo pasan en grande y hacen creer a todos que Shawn tiene poderes psíquicos.
Una serie muy divertida y algo loca, pero que es imperdible. No dejéis de verla. Si no la conocíais, este es el momento de hacerlo.
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